DATE: 2023-09-02
Se necesita una seria extensión de la imaginación para recordar que hace exactamente tres años, en el simposio anual de las Reservas Federales de los Estados Unidos celebrado en Jackson Hole, Wyoming, se habló sobre los peligros de baja inflación y cómo combatirla.Este año, el tono fue muy diferente..Tanto el Banco Central Europeo como la FED destacaron firmemente la necesidad de volver a situar la inflación en un 2 %, con objeto de restablecer su credibilidad erosionada por los malos resultados obtenidos en 2022..Esto no se va a hacer en su contra..Leer más Artículo réservé à nos abonnés Economistas reconsideran el objetivo de inflación del 2% Sin embargo, mientras la Reserva Federal se limita esencialmente a orientar las expectativas en los próximos meses, el BCE ha comenzado a desarrollar un análisis estructural.
En una serie de discursos –primero por Isabel Schnabel (miembro alemana del Consejo Ejecutivo), luego por la Presidenta Christine Lagarde– se ha planteado que, desde 2020, hemos entrado en un nuevo período marcado por los riesgos inflacionarios.Lagardes Jackson Hole es la expresión más articulada de ese análisis.
Se identificaron tres mutaciones duraderas: el cambio en el contexto energético, amplificado por la transición acelerada a una economía baja en carbono; la creciente fragmentación de la economía mundial, debido especialmente al aumento de las rivalidades geopolíticas; y las transformaciones del mercado laboral todavía marcadas por los efectos secundarios de esta pandemia..La combinación de estos tres factores podría indicar no sólo el final de una década deflacionaria, sino también el fin de la gran moderación en los precios y salarios que comenzó a principios del decenio de 1990.Recurrencia de choques No cabe duda que la guerra en Ucrania marcó la línea divisoria entre un período de abundantes combustibles fósiles y un periodo de mutación en los sistemas energéticos.
A largo plazo, esta transformación pondrá fin a la dependencia de las energías del carbono y debería restablecer una forma de autosuficiencia energética que debe ser un factor de estabilidad..Sin embargo, los próximos 20 años probablemente se verán marcados por las conmociones recurrentes en el suministro de minerales críticos y la fragilidad del sistema energético cambiante..No volveremos a un mundo donde el gas ruso y el esquisto americano aseguraran el equilibrio del mercado sin demasiadas fluctuaciones de precios.También hay muchas razones para creer que las rivalidades geopolíticas y la fragmentación de la economía mundial tendrán un impacto inflacionario marcado.
Por legítimo que sea, el imperativo de resiliencia tiene un costo, que se medirá en puntos adicionales de inflación.Añadir a esto el efecto de lo que se llama tímidamente reducción del riesgo en China, que es con frecuencia un disfraz para el proteccionismo, en un contexto donde, después de casi tres décadas como ejército mundial de reserva, China había dejado de ejercer presión desinflacionaria sobre la economía global.En este ámbito, los banqueros centrales no están en condiciones de tomar decisiones, pero tienen razón al afirmar firmemente que las elecciones políticas se hacen a un precio.Tienes 47.
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Source: https://www.lemonde.fr/en/opinion/article/2023/09/02/now-is-the-time-to-start-thinking-about-a-new-framework-for-economic-policy_6120098_23.html